Por : Sandra Monsivais
¿Que será mi hijo cuando sea grande?, es una pregunta que todo padre se hace alguna vez, y talvez soñemos con verlos como doctores, abogados, contadores, administradores, maestros, etc.; sin embargo, no es una decisión que nosotros como padres podamos toma, es una decisión que solo corresponde a ellos mismo, talvez la mas importante de su vida.
Y aun cuando nosotros no podemos tomar esta decisión por ellos, si podemos ayudarlos dándoles herramientas para que lo que elijan sea lo mejor, estas herramientas las podremos obtener escuchándolos, y observando que es lo que les gusta hacer y lo que no les gusta, lo que llama su atención y lo que parece aburrirles desde pequeños, apoyándolos en estudiar lo que a ellos les guste y no imponiéndoles lo que deben de estudiar, como es el caso de muchos padres que dicen a sus hijos: “ Serás doctor porque tu abuelo y yo somos doctores” o “ vas a estudiar informática por que es la carrera que se usa actualmente” o “ Estudiaras Leyes por que es una profesión muy bien remunerada”.
Por que no pensamos por un minuto que es lo que queríamos ser de niños, o cuando éramos jóvenes, pensemos si lo que somos el día de hoy y en lo que nos hemos convertido fue lo que siempre soñamos. Y si al contestarnos nosotros mismos nos damos cuenta de que solo estudiamos lo que nuestros padres nos impusieron, pensemos si somos felices con eso, y si no es así, entonces, preguntémonos si es lo que deseamos dar a nuestros hijos.
Cuanta gente nos topamos a diario que no es feliz con su trabajo, talvez en un hospital, un doctor que no se preocupa por sus pacientes, o en una oficina una secretaria déspota y mal humorada, o en una escuela un maestro histérico que se la pasa regañando a sus alumnos, ¿Ustedes creen que en verdad ellos ama lo que hacen?,¿Creen que eso es lo que soñaron ser cuando eran niños?. ¡¡¡¡ Claro que NO!!!!!.
Recuerden que, como se dice común mente, “HAY QUE HACER LO QUE NOS GUSTA, Y SI TODAVÍA NOS PAGAN POR ESO, PUES MUCHO MEJOR”.
Y aun cuando nosotros no podemos tomar esta decisión por ellos, si podemos ayudarlos dándoles herramientas para que lo que elijan sea lo mejor, estas herramientas las podremos obtener escuchándolos, y observando que es lo que les gusta hacer y lo que no les gusta, lo que llama su atención y lo que parece aburrirles desde pequeños, apoyándolos en estudiar lo que a ellos les guste y no imponiéndoles lo que deben de estudiar, como es el caso de muchos padres que dicen a sus hijos: “ Serás doctor porque tu abuelo y yo somos doctores” o “ vas a estudiar informática por que es la carrera que se usa actualmente” o “ Estudiaras Leyes por que es una profesión muy bien remunerada”.
Por que no pensamos por un minuto que es lo que queríamos ser de niños, o cuando éramos jóvenes, pensemos si lo que somos el día de hoy y en lo que nos hemos convertido fue lo que siempre soñamos. Y si al contestarnos nosotros mismos nos damos cuenta de que solo estudiamos lo que nuestros padres nos impusieron, pensemos si somos felices con eso, y si no es así, entonces, preguntémonos si es lo que deseamos dar a nuestros hijos.
Cuanta gente nos topamos a diario que no es feliz con su trabajo, talvez en un hospital, un doctor que no se preocupa por sus pacientes, o en una oficina una secretaria déspota y mal humorada, o en una escuela un maestro histérico que se la pasa regañando a sus alumnos, ¿Ustedes creen que en verdad ellos ama lo que hacen?,¿Creen que eso es lo que soñaron ser cuando eran niños?. ¡¡¡¡ Claro que NO!!!!!.
Recuerden que, como se dice común mente, “HAY QUE HACER LO QUE NOS GUSTA, Y SI TODAVÍA NOS PAGAN POR ESO, PUES MUCHO MEJOR”.
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